El cono de tráfico es un elemento versátil, económico y ligero que sirve para advertir a conductores o transeúntes sobre un peligro en el lugar indicado. Estos conos son utilizados para una variedad de aplicaciones. En el caso del cono sencillo, por ser el modelo más simple y económico de todos, se utiliza principalmente para advertir a peatones y aplicaciones no-demandantes.
A pesar de su sencillez, el cono sencillo no es un elemento débil o flácido: por el contrario, está fabricado con polímero de alta calidad que le proporciona una alta resistencia contra los impactos externos y las condiciones climáticas adversas. Adicionalmente, cuenta con una protección robusta contra la radiación ultravioleta. Por consiguiente, su funcionalidad no se ve deteriorada por la exposición a los rayos del sol.
Una característica añadida del cono sencillo reside en su alta visibilidad: destaca por su color naranja fluorescente que no pasa desapercibido a ninguna persona que esté cerca. Se puede transportar con facilidad. A pesar de sus cualidades, es un cono diseñado para aplicaciones simples, como aplicaciones deportivas (fútbol, baloncesto) o para aplicaciones interiores (para advertir a un transeúnte sobre un área fuera de servicio, por ejemplo).