La barrera de estacionamiento es un recurso diseñado para impedir el aparcamiento de vehículos en las áreas en donde se instala la barrera. De esta manera, se consigue gestionar adecuadamente el tráfico en espacios cerrados como los estacionamientos. También se utiliza simplemente en aquellos casos en los que un puesto está reservado para ciertas personas.
Con un color naranja vistoso y un signo de “Prohibido estacionar”, estas barreras cumplen su función a cabalidad. Ya sea que el conductor esté distraído o no esté plenamente consciente de los elementos a su alrededor, esta barrera de estacionamiento tiene un alto grado de visibilidad que informa efectivamente al conductor que no puede estacionar en el lugar designado.
Una característica innovadora de esta barrera de estacionamiento es que puede ser inclinada horizontalmente cuando no es necesario su uso, lo que la hace ideal para los estacionamientos que tienen requisitos de acceso cambiantes: esto es, cuando hay momentos en los que puesto de aparcamiento están disponibles para todo el público, pero hay momentos en los que no.